Por: Uriel Monterrubio
Molotov se ha consagrado como una de las bandas más importantes del rock mexicano. Gracias a su explosivo sonido, y sus letras que van de lo contestatario a lo absurdo, han logrado convertir en clásicos muchos de sus temas.
Este 12 de mayo, la agrupación cerró su gira Estalla Molotov en el Foro Sol de la Ciudad de México, recinto que a La Molocha le faltaba conquistar dentro de su larga trayectoria.
¿Lograron hacer estallarlo?
Las actividades empezaron desde las 6:40 de la tarde con De Nalgas, pero el equipo de Nakedlunch logró encontrar su lugar en gradas hasta que Amandititita subió al escenario, poco después de las 8 de la noche.
Desde la presentación de la intérprete de “Metrosexual” ya se notaba que los ingenieros de audio serían los peores enemigos de la noche, y es que la voz de Amandititita apenas se distinguía entre la instrumentación de su pegajosa cumbia.
Después de poco más de 20 minutos, Amandititita se despidió del escenario con un Foro Sol apenas al 60% de capacidad, lo que en redes causó mucha controversia con personas asegurando que era la muestra de que Molotov había quedado en el pasado, pero no podían estar más equivocados.
A las 9:20 de la noche, se apagaron las luces y comenzó a sonar Sí señor de Control Machete, mientras el logo de Molotov aparecía en las pantallas. Micky Huidobro, Tito Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala salieron al escenario del Foro Sol con El Carnal de las estrellas, dando inicio a una noche llena de irreverencia. Para la segunda canción, Amateur, el Foro Sol ya estaba prácticamente a reventar, lo que demuestra el gran amor que México le tiene a Molotov.
A lo largo de sus 26 años de carrera, el cuarteto se ha encargado de crear un buen número de himnos del rock nacional, piezas que, de cierto modo, se han convertido en algo más grande que la banda misma.
Es increíble ver cómo señoras de 40 años completamente católicas y panistas corean canciones como Chinga Tu Madre; niños de 10 que se saben de memoria, la letra llena de albures de Changüich a la chichona, y por supuesto, la atemporalidad de Gimme the power.
El punto es que uno no va a ver a Molotov para escuchar a músicos virtuosos, es para vivir la experiencia de escuchar estos clásicos sudando la camiseta y olvidar por unas horas que eres parte del sistema.

Pero no hay que malentender, los músicos de Molotov son excelentes, pero con el sonido del Foro Sol fue imposible apreciarlo.
Al igual que con Amandititita, las voces de los Molotov terminaban completamente ahogadas por sus instrumentos; quizá en General A pudo ser una experiencia mucho más completa, pero desde gradas fue simplemente decepcionante.
Aun así, la diversión de recordar esos días de infancia en los que nos sentíamos unos completos malditos al cantar Puto fue innegable, el cuello aún duele de tanto matear y la garganta sigue ronca de tanto gritar junto a La Molocha.
Las sorpresas de Molotov en el Foro Sol
Para los que fuimos “sin spoilers”, fue toda una sorpresa ver a Zeta de Soda Stereo, Rubén Albarrán de Café Tacvba, a Paco Huidobro y a WOS como invitados especiales de Molotov.
Escuchar a Rubén cantar Gimme the Power fue de esos momentos que te hacen meditar sobre por qué no había pasado antes, pues al ser uno de los músicos más antisistema de México, pareciera una canción escrita para que él la cantara; su voz apenas se distinguió entre todo el caos del audio, pero ¿qué se le va a hacer?
Desde Argentina, WOS compartió el escenario con Molotov en dos piezas: Money in the Bank y Molotov Cocktail Party, demostrando que en su nuevo álbum, Sólo D’Lira, Molotov sigue renovándose e invitando artistas jóvenes con futuro brillante (Escuchen OSCURO ÉXTASIS, no se van a arrepentir).
Con un total de 38 canciones, Molotov se despidió del Foro Sol con Rastaman-Dita en compañía de Amandititita. Molotov siempre es una fiesta, ya sea con el mejor equipo de audio del mundo o con bocinas de feria, es garantía de diversión, nostalgia y una excelente excusa para ahogarte en cerveza.
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